Pequeñas gotas amenazaban con ser la antesala a una lluvia constante, de esas que no paran en toda la noche. Era plena hora pico y en la estación Envigado del Metro, a la altura de Sofasa, parecía imposible montarse en un taxi. No porque no hubieran “amarillos” disponibles, sino porque se daban el lujo de … Sigue leyendo No uso Uber